Mucosidad. Causas, consejos y recomendaciones.

2021-03-17/

Sea cual sea la temporada del año en la que nos encontremos, el exceso de mucosidad es algo molesto e incómodo para quien lo padece. Además, en invierno, debido al frío es más frecuente la presencia de catarros y gripes que pueden producir esta molestia.

En este post queremos explicarte las causas y darte consejos y recomendaciones para paliar esta situación.

¿Qué es la mucosidad?

El moco es una sustancia viscosa que producen las células caliciformes situadas en el epitelio, que es la capa que recubre la superficie interior de los órganos. En este caso, vamos a hablar del producido en el tracto respiratorio.

Esta sustancia está formada sobre todo por agua, pero también contiene proteínas, azúcares y moléculas que ayudan a nuestro organismo a controlar los gérmenes dañinos. Gracias al moco, quedarán atrapados ahí cuando intenten acceder. Por tanto, es una sustancia inicialmente protectora.

Causas del exceso de mucosidad

El exceso de mucosidad no ocurre por una sola razón. Puede tener diversas causas. A continuación, te explicamos cuáles son las más comunes:

• Una infección respiratoria: Como consecuencia de la infección se puede producir la inflamación de las membranas mucosas que recubren la nariz y el resto de vías respiratorias. A su vez, esto puede causar que algunas glándulas de las vías respiratorias produzcan más moco.

Además, puede espesarse con bacterias y células que llegan para ayudar a combatir la infección, lo que puede estimular aún más la producción de moco. Esto se hace para proteger al tracto respiratorio.

• Las alergias también pueden provocar un aumento de la mucosidad. Las personas alérgicas tratan de neutralizar los alérgenos (por ejemplo, el polen o ácaros) con el sistema inmune.

Estos mecanismos de defensa se vuelven dañinos contra su propio organismo que libera mediadores inflamatorios. Si la inflamación se produce en la zona de la nariz, se produce el exceso de mucosidad o el famoso prurito nasal (picor). Esto es una respuesta exagerada del organismo ante estos agentes externos, convirtiendo algo natural en patológico.

¿Pueden las mascarillas aumentar la producción de mocos?

Debido a la pandemia que estamos sufriendo, se ha vuelto imprescindible el uso de mascarillas para la protección del contagio del coronavirus. Su utilización es fundamental para evitar la propagación de la enfermedad, y en ningún caso se pone en cuestionamiento su efectividad y necesidad.

Sin embargo, la sensación de respirar a través de una barrera física, y el calor producido por el aire espirado y la humedad, puede causar en determinadas personas incomodidad, dolores de cabeza, cansancio, sensación leve de ahogo, etc.

Para la correcta producción de moco es importante tener una buena funcionalidad de las fosas nasales. Esta depende, entre otras cosas, de las condiciones de humedad que tengan en cada momento. Por tanto, el uso prolongado o incorrecto de las mascarillas puede producir exceso de moco debido a las variaciones en las condiciones de humedad que se producen en las fosas nasales.

Consejos para que la mucosidad no se acumule generando molestias

Lo ideal es que la mucosidad se expulse al exterior, ya que si se acumula en el oído o la garganta puede acabar produciendo infecciones más molestas, como por ejemplo la otitis. Para ello, te recomendamos:

• Hidrátate bien durante todo el día para favorecer la fluidificación del moco.

• Eleva la cabeza en la cama, ya que la mucosidad molesta más en posición horizontal porque se acumula

• Humidifica el ambiente. Un ambiente seco no es adecuado para la mucosidad ni el taponamiento.

• Asegúrate de que llevas la mascarilla bien puesta. Deslízala en la nariz de abajo hacia arriba y comprueba las sujeciones. Es importante que respetes las horas de uso que marca el fabricante según el tipo de mascarilla que utilices: higiénica, quirúrgica o FFP2.

Recomendaciones para aliviar y eliminar la mucosidad

Si aún con estos consejos presentas exceso de mucosidad, te recomendamos cuidar tus fosas nasales y evitar el molesto exceso de mocos en la nariz. Para ello:

• Hacer lavados nasales frecuentes con suero o con agua de mar. Debes hacerlo poniendo la cabeza de lado, cerrando la fosa nasal que queda debajo y nebulizando sobre la superior hasta que el conducto se despeja. Después, sitúa la cabeza hacia abajo para que gotee antes de sonarte con un pañuelo y repite hacia el otro lado. El agua marina restaura la hidratación natural de la nariz y prepara y facilita la acción de tratamientos nasales específicos y mejora su efectividad, en caso de ser necesarios. La solución salina actúa aliviando e hidratando las fosas nasales secas. Hay algunas que contienen en su composición ácido hialurónico, que genera una película hidratante, aloe vera, que permite conservar la permeabilidad de la mucosa nasal, o Alantoína y Pantenol, que promueven la regeneración natural de las células y aumentan la capacidad de retención de agua en la piel).
  

• También puedes utilizar medicamentos con oximetazolina que pertenece al grupo de los denominados simpáticomiméticos. Es un medicamento descongestivo nasal. Administrado por la nariz, produce constricción de los vasos sanguíneos a nivel local, descongestionando la mucosa nasal.
  

• Intenta evitar los alérgenos en la medida de lo posible. Si conoces los productos a los que eres alérgico evítalos para que no causen esta reacción en ti.
  

Todos estos productos están disponibles en la farmacia, donde podrán aconsejarte cual es el mejor en cada caso. No obstante, si el problema persiste, es recomendable solicitar atención médica.

Bibliografía

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